Después de tantos años de haberse escrito la majestuosa obra Cien años de soledad de Gabriel García Marques: ¿qué se sabe de Macondo?, ¿es en realidad un sitio de la imaginación del autor?, ¿es alegóricamente, cualquier pueblo de nuestra amada y controvertida Colombia? o acaso, ¿es un sitio geográfico especifico que sirvió de inspiración para que nuestro Nobel desarrollara en él su mágica historia?
Macondo, imaginación o realidad
En la Universidad Nacional de Bogotá, se encuentra una hermosa colección de mapas, en la cual reposa uno que fue dibujado en 1928 encargado por una empresa bananera de la época. Esta información es mencionada en uno de los documentales de la universidad para la serie #lahistoriadetrasdelascosas en el cual el historiador Sebastián Diaz Ángel afirma que “en dicho mapa se encuentra una finca llamada Macondo que llena un espacio donde están los canales de riego específicos de la plantación de plátanos y al lado hay un bosque que también se llama Macondo, como una especie de reserva atravesado por una línea de ferrocarril, los canales y está dentro de un distrito bananero aún más grande. Distritos formados no como lo hace el estado colombiano sino como lo organiza la empresa bananera”
Época de Macondo
Lo que si sabemos todos, es que Gabo o Gabito nace en Aracataca municipio del Magdalena el 6 de marzo de 1927. Durante esta época, la presencia de la mencionada empresa bananera llamada United Fruit Company era de gran influencia en todos los ámbitos de las comunidades de la región, no solamente en lo que a economía se refiere, sino que su presencia era visible en la cultura, la política, los puertos y todos los rincones y actividades de ese tiempo, por eso muy seguramente nuestro nobel tuvo algún tipo de contacto con dicha hacienda, sea que la vio de paso cuando viajaba por dichos lugares o escucho alguna vez su nombre.
Detrás de la inspiración de Macondo
En diversas investigaciones, tratando de hallar el origen de la sonora palabra Macondo, algunos estudiosos han encontrado un árbol de madera blanda, al parecer de origen africano, que se encuentra con diferentes nombres en Costa Rica, Nicaragua, Panamá, Ecuador, Perú y en Colombia donde es llamado Macondo. Otros dicen haber visto jugar en el caribe, un juego que consiste en tirar un trompo o pirinola y al salir unos de sus seis lados que tenía dibujado el árbol Macondo, se definía el ganador. De ahí que el juego también obtuvo el nombre de Macondo. Esto hiso pensar por mucho tiempo que Gabo se había inspirado en este árbol o juego para colocarle el nombre al escenario de su novela.
Pero es en el 2002 en las memorias Vivir para contarlas, cuando el mismo escritor dice: “El tren hizo una parada en una estación sin pueblo y poco después pasó frente a la única finca bananera del camino que tenía el nombre escrito en el portal: Macondo. Esta palabra me había llamado la atención desde los primeros viajes con mi abuelo, pero sólo de adulto descubrí que me gustaba su resonancia poética”.
¡Así que ahora ya sabemos de dónde viene la palabra Macondo!